Benjamín Aitala pinta para suscitar risa, baile, conversaciones copadas con amigos y a su vez, para inspirar al espectador a unirse al arte de pintar. Es una invitación a explorar las diversas actividades que presenta en su obra como ir a la montaña, nadar, viajar, leer, curiosear sobre nuevos temas.

Esta primera muestra individual del artista en Lima toma el título de Ritmos Visuales partiendo del sentir que transmiten sus creaciones y de una reflexión sobre el objetivo de su creación. Aitala combina una variedad de imágenes de colores llamativos que a primera vista superpone al azar, pero que en realidad parten de una estructura rígida, llena de trabas y límites que se van rompiendo a medida que desarrolla su trabajo. A Aitala le gusta comparar su modo de trabajo con el de un DJ porque va produciendo la obra en diferentes capas y, probablemente, porque ambos buscan poner al público a bailar. Él señala que toda obra parte de un boceto inicial con imágenes que va encontrando, rescatando y archivando, boceto que realiza de manera digital o directamente sobre el lienzo. Combina estas imágenes al igual que lo hace un DJ, quién descubre distintos sonidos de múltiples fuentes y crea así su propia obra.